La Premier League cada vez parece más cara y el mínimo error te puede dejar fuera. Buena prueba de ello es la clasificación final de la temporada pasada, donde el Manchester City alzó su segunda liga consecutiva con 98 puntos. Pese a estos espectaculares registros, los de Guardiola solo avanzaron por un punto al Liverpool, equipo que solo perdió un partido en todo el campeonato.

Ganar la tercera corona seguida se ha tornado en una misión todavía más complicada. Los de Klopp han tomado la delantera en este inicio en el que solo han cedido un empate mientras los citizens ya han dejado escapar ocho puntos. La distancia entre ambos ya es de seis puntos y los de Manchester saben que los errores que pueden cometer a lo largo del curso se tienen que contar con los dedos de una manos si quieren plantar cara a los reds, que tras conquistar la Champions van a por su ansiada Premier.

Este fin de semana el City ha visto el abismo de muy cerca. Ante el Southampton encajaron un gol en los primeros minutos de juego y parecía muy complicado darle la vuelta a la situación. De hecho, en el descanso el resultado era de 0-1 y la sensación de que por mucho que llegaran a puerta no lograrían marcar de ninguna manera. Pero algo cambió tras la charla en el vestuario. Los futbolistas salieron con otra cara y justo antes de volver a pisar el césped, Pep Guardiola les dio un discurso motivacional que surgió efecto a juzgar por el resultado final. Una palabras que fueron cazadas por la cámara.

"Permaneced unidos en este partido. Estad juntos hasta el final. Sed positivos, chicos. Dad ritmo al balón y dejad que los de arriba ganen el partido". Estas fueron algunas de las palabras de Guardiola. Aparentemente simples, pero muy efectivas en la práctica. Agüero puso el empate en el marcador y Kyle Walker marcó el tanto de la victoria final en el minuto 86. Un remontada que no se explica sin la mano del entrenador.

Así se vivió la remontada desde dentro