En el fútbol cada día son más importantes las tácticas y la capacidad de los entrenadores para cambiar el rumbo de un partido. No obstante, esta es una misión que se antoja difícil en pleno encuentro puesto a que la vía de comunicación con los futbolistas en grandes estadios es muy complicada.
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Solo se puede aprovechar cuando hay alguna interrupción larga... y a veces ni eso. Por este motivo, mucho técnicos optan por dar una nota a alguno de sus futbolistas y que este pase el mensaje al resto de sus compañeros. Sin embargo, esta opción tiene un gran incoveniente: el espionaje del equipo rival. Hay que vigilar donde se deja la nota porque puede caer en malas manos. Si no que se lo pregunten a Solskjaer, cuyas instrucciones llegaron hasta Marc-André Ter Stegen.
O te pueden quitar la nota directamente
Badou Ndiaye, futbolista del Trabzonspor turco, ha encontrado una manera para evitar que ningún contrincante te espíe. Eso sí, es un método poco ortodoxo. El mediocampista recibió un papelito de su entrenador, Hüseyin Çimşir, con algunos reajustes que debía hacer el equipo. Tras leerlo, miro hacia un lado y hacia el otro para comprobar que no había nadie cerca y tomó una drástica decisión: comerse la nota.
Al parecer la jugada no les salió demasiado bien, ya que hasta entonces ganaban por 0-1 y acabaron con empate a 1 y Ndiaye sustituido. Un resultado que ajusta todavía más la lucha por la primera plaza en la liga turca.
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